Nuevos diseños en geriátricos

Nuestros pensamientos sobre lo que constituye un buen diseño han cambiado, y siguen cambiando.
Hemos recorrido un largo camino en un tiempo sorprendentemente corto. Mientras que todavía hay trabajo que hacer en el desarrollo de nuevas estrategias y mejores diseños para responder a las necesidades de una población anciana que aumenta, y las mayores demandas de los baby boomers, es bueno recordar lo que hicimos bien, y lo que hicimos mal.

No hace mucho tiempo que nosotros obligábamos a los residentes de atención crónica a realizar sus viajes a lo largo de interminablemente largos corredores. Actualmente, mediante edificios en cluster, hemos reducido dramáticamente esas distancias, e incluso eliminar los corredores.
Filas de habitaciones dobles organizadas en ambos costados de un corredor se han reemplazado por habitaciones privadas con grandes ventanales y baños privados, agrupados en pequeños conjuntos.
La estación de control central ha desaparecido, y ha sido reemplazada con pequeñas estaciones de trabajo descentralizadas. Los grandes salones y espacios de reunión han sido iluminados con grandes cantidades de luz natural, y la iluminación en general se provee con suaves adaptaciones, en grandes cantidades y con mejor calidad de iluminación indirecta.

Nosotros comenzamos a ver residentes animados, con mas interés, utilizando su tiempo en el aire libre. Creaciones sorprendentes y hermosos jardines han sido diseñados acompañados de programas para espacios al aire libre para animar a su uso.


Los diseños interiores aburridos, y el equipamiento metálico cubierto de vinilo ha sido reemplazado con mas atractivos, mejor diseñados, y mas apropiados equipamientos. Los bellos colores y el estilo hogareño de los alfombrados y tapizados con productos marca Krypton (que repele el agua y facilita la limpieza) decoran y hacen mas interesantes los revestimientos residenciales, y proveen un espacio de vida mas confortable.
Los aspectos innovadores y funcionales de esos productos han literalmente cambiado la forma de los espacios interiores en las instalaciones de salud.
A pesar de los cambios en los principios y expectativas para las clínicas para enfermos crónicos, muchas instalaciones geriátricas han sido diseñadas con la tradicional estética de la decoración del siglo XVIII para cualquiera con mas de 65. El estilo del siglo dieciocho no representa “hogar” para la mayoría de los residentes, y es evidente por los objetos de uso personal que llevan a esas instalaciones. Si fuera apropiado, utilicémoslo, pero nuestros pensamientos han evolucionado, y en muchos lugares del país ese estilo resulta ajeno a la nueva generación. Tal vez lo mas importante, el uso generalizado de ese diseño no implica ningún respeto a la diversidad de nuestra población anciana.

Si deseamos tener mejores maneras de lograr ambientes saludables, las soluciones testeadas y la continuidad en la innovación de nuestros diseños nos posibilitará manejarnos en lo que denominamos buen diseño, el que continuamente evoluciona y cambia.
Uriel Cohen hizo una observación en "Holding on to home", con la que nosotros solemos siempre coincidir: “es fundamental reconocer que lo que existe ahora no es sinónimo de que es todo lo posible”.

El diseño basado en evidencias está avanzando, y debemos hacer todo lo posible para basar nuestras decisiones de diseño en datos sólidos o teorías posibles, y probar esas hipótesis con controles externos para compararlas con nuestras intervenciones de diseño. Kirk Hamilton hace bien en recordarnos que nosotros tenemos la obligación moral y ética de no involucrarnos a sabiendas en una moda arbitraria. El acto de diseñar es una oportunidad muy especial de contribuir en la vida de las personas, especialmente en instalaciones de salud y en momentos de profunda necesidad.