17 de junio de 2012

El medio ambiente como tratamiento en Alzheimer


Mientras que actualmente no existe cura para el Alzheimer, no debemos perder de vista el hecho de que incurable no significa intratable, y el Alzheimer se encuentra ahora en la etapa de transición desde una condición sin esperanza a la de tratable, vinculando tratamientos no farmacológicos a la neurociencia y la función cerebral.

Es fundamental este cambio en el pensamiento, convirtiendo al mal de Alzheimer en una enfermedad tratable, aunque incurable, en lugar de la situación sin esperanzas en que se la ha conservado durante mucho tiempo.



El nuevo énfasis en tratamientos no farmacéuticos, y nuestra creciente comprensión de la neurociencia está despertando el entusiasmo de cuidadores, clínicos, diseñadores y otros, vinculados con la vida de personas con demencia. La recientemente establecida Academia de Arquitectura para la Neurociencia en San Diego (California) combina lo mejor y mas brillante de la ciencia y el diseño. Es un cambio interesante en el pensamiento, que está creando una nueva visión donde la conexión entre el buen diseño y el comportamiento humano se considera ahora más en serio.

El descubrimiento del potencial de la neurociencia aplicada al diseño interior de los edificios presenta grandes posibilidades para obtener mejores y mas apropiados diseños de edificios para aquellos cuyas necesidades son mayores. Mediante la comprensión de cómo el daño cerebral cambia la percepción, podemos mejorar el diseño de edificios para los que sufren de trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer. 

Nosotros podemos, por ejemplo, mejorar la movilidad y señalización en los edificios complejos mediante la comprensión de las características cerebrales de personas que navegan con mayor facilidad que otros. Por complejos que esos desafíos puedan ser, generan un gran entusiasmo para la asociación del razonamiento científico con las mentes creativas de la arquitectura y el diseño, explorando vías para acceder a mejores tratamientos y soluciones. Esta asociación entre ciencia y diseño provoca entusiasmo ante la esperanza que vivir con el mal de Alzheimer se aleje de ser una condición desesperada.

Tan recientemente como a principios de la década de 1980, el mal de Alzheimer todavía estaba frecuentemente diagnosticado como senilidad, una palabra latina que significa simplemente “de edad”. Los científicos y los investigadores están dando grandes pasos, evidenciado por el hecho sorprendente de que el 95 por ciento de lo que hoy conocemos sobre el Alzheimer lo hemos aprendido en los últimos 15 años.

El mal de Alzheimer puede ser tratado

Los tratamientos tienen un gran potencial para mejorar la calidad de vida en cualquier estado del mal de Alzheimer. Agregados a la medicación para ciertos síntomas, dos cursos de tratamiento no farmacológico son posibles: diseño del ambiente y un sistema de programas de trabajo (actividades, comunicación, y programas para maximizar el uso de capacidades cognitivas que permanecen intactas, para compensar aquellas otras que han declinado).

Si bien se ha creído durante mucho tiempo en el poder del medio ambiente para modificar el comportamiento, especialmente para las personas afectadas por el mal de Alzheimer, el Dr. John Zeisel presentó en la Escuela de Arquitectura de Harvard la idea de ver el entorno como un tratamiento. El objetivo de este tratamiento no farmacológico, explicó, es aparentemente simple: Provocar emociones positivas y mantener esas emociones tanto tiempo como sea posible. Los arquitectos y diseñadores de interiores saben que eso es posible y ellos pueden ayudar a lograr ese fin, pero necesitan aprender mucho más sobre el deterioro cognitivo para lograr éxito.

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