23 de mayo de 2012

Neuro-arquitectura y "Ambientes Sanadores" (2° Parte)


Diferente percepción de los espacios

El ser humano basa su vida y sus acciones en base a la percepción que tiene del mundo que lo rodea.
Y el entorno en el que se desarrolla una persona anciana con alguna enfermedad o discapacidad influye directamente en su actitud hacia su rehabilitación y desarrollo, pues como ya se explicó, todos los espacios arquitectónicos están fuertemente cargados de significado.

La percepción cambia por condicionantes espacio-tiempo  y culturales, y está íntimamente relacionada con la experiencia de vivir en un espacio arquitectónico, y ésta experiencia a su vez está condicionada por la percepción del espacio. Nosotros no vemos la realidad tal cual es, si no que la vemos según la manipulación que le hace nuestro cerebro. La realidad es filtrada por nuestro sistema racional-emocional y la vemos de una manera que realmente no es.

Percibimos las cosas de acuerdo a nuestro estado de ánimo y eso es porque cuando percibimos un espacio agradable producimos oxcitocina y serotonina que son secreciones relacionadas con las sensaciones placenteras. La química del cerebro filtra todo y lo percibe según su estado racional-emocional.

La realidad es según como sientes y piensas, y normalmente sientes y piensas según cómo crees que es esa realidad.

Por eso, cuando el paciente está deprimido y las cosas se ven tristes, sin ganas de vivir, con deseos de llorar, etc., la realidad se percibe de una manera muy particular que los demás no pueden advertir, porque no están interpretando la realidad de la misma manera. Y eso ocurre porque se produce una ilusión química que genera un espejismo en el cerebro. Los neurotransmisores juegan un papel clave y muy importante en la percepción de la realidad.

Los neurotransmisores más estudiados son la serotonina, dopamina y endorfina, envueltos en las sensaciones placenteras y de no encontrarse en el cuerpo humano se caería inmediatamente en una depresión profunda.

Las personas con creencias positivas ven la vida de mejor manera que las personas con creencias negativas, entonces el primer sentido por el cual se debe estimular a una persona es la vista, por lo tanto se habla de color y de su influencia el proceso perceptivo

La percepción del color es un proceso neurofisiológico complejo que se asocia sobre el efecto físico que tiene la incidencia de luz sobre la visión, lo que provoca diferentes sensaciones en las personas. La calidad y cantidad de luz influye en la percepción de un color. Como parte de la experiencia humana, las personas vamos por lo general más allá de lo que puede traer cada modalidad sensorial por separado, y combinamos elementos de las distintas modalidades para generar nuestra experiencia.

Según sugiere una reciente investigación realizada por científicos de la Universidad de Chicago, en Estados Unidos, el color con que vemos las cosas depende en realidad de procesos biológicos que se producen en los ojos y en el cerebro, explicando que existen ciertos mecanismos neuronales en el cerebro que establecen qué color pertenece a qué objeto.

Los colores tienen diferentes significados, y el solo hecho de verlos dispara la producción de hormonas, sea para calmarnos y relajarnos, para brindarnos energía, para impulsar nuestra creatividad, ayudarnos a descansar, clamar nuestros dolores, o reducir la ansiedad. La influencia del color se aplica para estimular ciertos hemisferios cerebrales, o para generar emociones controladas.

Por ejemplo, algunas investigaciones han demostrado que la productividad aumenta en los lugares de trabajo donde los colores azul y amarillo forman parte de la decoración. Como el azul y el amarillo forman parte de la naturaleza en el cielo y el sol, se han asociado por siglos a la calma y la creatividad respectivamente. Por la misma razón se utiliza el verde en escuelas y hospitales, ya que evoca sentimientos de calma y seguridad para los pacientes, y en el caso de los estudiantes, el verde estimula sus mentes y los torna más abiertos al aprendizaje.

Estos datos, confirmados por estudios de laboratorio, han formado parte por siglos de distintas prácticas no-científicas e intuitivas, tales como el Feng-Shui en el Lejano Oriente, y en la colorterapia en Occidente , basadas en la creencia que los colores emiten ciertas vibraciones de luz, que brindan fuerza y armonía a los campos energéticos del cuerpo.


Sin embargo, no debe olvidarse que las distintas culturas pueden tener enormes diferencias en la asignación del significado de cada color. Un caso evidente es el uso del color blanco asociado con el luto en las culturas asiáticas, en contraste con el negro utilizado en las occidentales. 

(Continuará)

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