25 de noviembre de 2010

La vida y el diseño están cambiando

La vida en comunidades de ancianos a través del país está cambiando.  Los intentos de hacer entornos más amigables han producido modificaciones y cambios en las configuraciones de los edificios para apoyar mejor las necesidades de los ancianos. Los comedores diseñados para atender a 60 han sido reemplazados por pequeños comedores para 8 a 12 personas. Los corredores largos con doble fila de habitaciones están desapareciendo, reemplazados por pequeñas configuraciones en cluster con habitaciones y baños privados. Las estaciones de enfermería están siendo demolidas a un ritmo récord. Al reducirse la escala y distancias a recorrer, los residentes son atendidos y protegidos en esos ambientes menores en cluster.

Los espacios para la vida social están volviendo a la vida. Las zonas de estar y otros espacios sociales donde los ancianos disfrutan su café y periódico, y planean sus actividades diarias están resurgiendo. Las cocinas familiares invitan a la conversación y animan a los residentes a comer cuando, donde y como quieran, y la gente no necesita largos movimientos a un sitio central para realizar sus actividades.

Algunas instalaciones incluyen una “Calle principal” o una “Plaza central” donde los ancianos pueden caminar, hacer compras, detenerse por un helado con amigos, jugar con niños y disfrutar de la compañía de sus perros o gatos. En todos los ambientes de esas nuevas comunidades, con cambios en la cultura y ahora también en la arquitectura, las personas están prosperando porque siguen disfrutando amigos y una “normal” actividad social. Porches, jardines y espacios exteriores con hermosos senderos para animarlos a hacer ejercicios y tomar aire.
 
Desde la perspectiva del diseño hay tres principios: espacio, luz y disposición – que dan forma y sentido a la experiencia de una casa. En algún lugar dentro del generoso espacio abierto de la cocina, comedor, y sala de estar está el espacio de encuentro, el hogar, el “corazón de la casa”, donde la gente se congrega naturalmente. La chimenea crea un sentido emocional y físico cómodo, especialmente en climas fríos, haciendo un espacio acogedor para beber chocolate caliente y escuchar largas historias con el abuelo.

Las zonas para sentarse agregan encanto en todas partes. En adición al punto de encuentro para acción social, los residentes pueden tomar parte en hobbies aquí. Para asegurarse de eso es necesario mejorar la iluminación para poder leer, armar rompecabezas, y otras actividades. Si aquí es donde todos se reúnen para mirar TV o una película en DVD, hay que asegurarse que tenga instalaciones eléctricas aptas para instalar un estéreo, TV, DVD o VCR, y en donde se instalará la pantalla para que la luz desde las ventanas no produzca reflejos e interfiera con la visión.

Los pequeños nichos a lo largo de los bordes del espacio central anima a encuentros mas íntimos y permite a alguien apartarse sin dejar de estar conectado con el grupo. Estos son lugares donde uno puede alejarse pero siendo visible, o donde dos personas pueden desarrollar actividades por separado sin sentirse aisladas.

En estos pequeños entornos, el sitio de encuentro, como en una casa, tiene espacios flexibles utilizados para una variedad de actividades. La mesa de cocina no es solo un lugar para cocinar, sino también un confortable y familiar espacio para tareas informales o grupos de discusión, reuniones de clase, o proyectos para artesanías

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